Precisamente recuerdo y con cierto grado de humor que más de una ocasión mi esposa y mis hijas  han tenido que acostarse temprano la noche previa a una competencia deportiva sin poder hacer el más mínimo sonido y por poco declarando un “toque de queda familiar” para que yo  pueda descansar apropiadamente, o que mi esposa prepare la noche anterior a una carrera  algo de pasta, arroz, etc. para estar bien alimentado e hidratado, creo que no solo en mi caso sino  para alguno de ustedes también ha sido familiar las ocasiones que han madrugado contigo y te han acompañado a una ruta de ciclismo larga para cuidarte, que te incluyen en sus oraciones  para que no te accidentes, que durante una carrera los ves con una bebida hidratante en sus manos y un grito a todo pulmón de “Dale papi” “ Tu puedes Ma”  sin importar los minutos, y las horas bajo las mismas condiciones en las que tu compites para esperarte en la meta y estar junto a ti.

 

Estoy seguro que más de uno de ustedes se identifica con este tipo de experiencias al momento de realizar un maratón, un Ironman o una carrera de 10 kilómetros, por ello quisiera animarte que juntes a tu familia y  a que se lo hagas saber una vez más lo mucho que los quieres, diles cuan agradecido estas de que te apoyen en tus sueños deportivos, que ellos son parte de tus logros, que sin ellos, no sería posible. Sin duda, al hacerlo estarás construyendo y fortaleciendo tus lazos familiares, de hecho, será de mucho beneficio no solo para ti sino también para los seres que más amas, no olvidemos que a todos nos gusta ser reconocidos.

 

A más de un atleta he visto colocando fotos familiares en sus bicicletas o implementos deportivos para las competencias,  por supuesto que eso constituye un gran aliento para cruzar la meta, ojalá y podamos traducir este agradecimiento diariamente con actos de amor, y tal como ponemos esa pasión deportiva en cada kilómetro podamos actuar con mucha sabiduría para conseguir una meta no fácil de lograrla, una meta que para pocos hoy por hoy sigue siendo importante, conservar el compromiso, renovar aquellos votos de amor que un día declaramos para nuestra familia.

 

¡Bendiciones!